Es pronto para decirlo, pero es cierto que la sequía que sufre la frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay desde julio del año 2006 ha mermado considerablemente el caudal del agua.Según la compañía eléctrica de paraná, lo normal es que en el mes de julio suele ser que las 270 cascadas que constituyen las cataratas de Iguazú arrojan entre 1,3 y1,5 millones de litros por segundo; pero en esos meses hubo días que el caudal no superaba los 350.000 litros.Es inevitable pensar que el calentamiento global tenga algo que ver con esto, pero algunos científicos apuntan a que podría ser la propia erosión del agua esta agrietando el suelo basáltico de la zona, lo que favorece las filtraciones.Los saltos de estas cataratas tienen una altura media de 70 metros, por lo que no es raro que los Guaraní dieran al río que los alimentan el nombre de "y" (agua) "guasú" (grande).La zona es patrimonio natural de la humanidad.
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